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martes, 10 de mayo de 2011

No importa que seas una madre perfecta; lo que importa es que seas una Madre que Ora!

¡Por qué arriesgar la vida de tus hijos cuando se la puedes dar a Dios?
Ya sea que tu hijo o hija tenga 4 o 40 años; nunca es tarde para descubrir la la alegría y satisfacción de ser parte de la obra de Dios en la vida de tus hijos.
Creo que para los tiempos que estamos viviendo; el entorno social, económico y político a nivel mundial, que envuelve a nuestros hijos; no es para dejar sus vidas y futuro al simple azar. No debemos tirarnos al piso, caer en la mayor frustración, angustia y desesperación, tras ver como perdemos el control por momentos sobre la crianza de ellos. Podemos comenzar ahora mismo, en este preciso instante a marcar una diferencia positiva en el futuro de nuestros hijos. Debemos cubrir cada detalle de la vida de nuestros hijos con oración.
De hecho, nunca subestimemos el poder que hay en ello, ya que va más allá de lo que podemos imaginar. Nunca subestimemos por ende, el poder de una madre (y por que no, un padre) que ora!
No importa el tipo de padres que tu hayas tenido, tú eres una preciosa lanza en las manos de Dios que es lanzada siempre hacia adelante; alcanzando en la diana del propósito de Dios en tu vida y en la de los que te rodean, por ejemplo, tus hijos. Tú debes ser la mejor madre; y la mejor no es la que alcanzó los mejores títulos, ni la empresaria de éxito, la que tiene una belleza según el "canon" mundial; sino la que a travez de sus actitudes sobre todo en la intimidad con su Creador, le pone orden a las sendas de sus hijos hasta las íntimas acciones.
El libro de los Salmos en el cap. 25:14 reza: "La comunión íntima  (secreta) del Señor es con los que le temen"  El nos revelará cuando se lo pidamos, todo, absolutamente todo acerca de nuestros hijos.
He escuchado a madres, amigas y no tanto decir acerca de situaciones de sus hijos...-"bueno, que sea lo que sea!... pero a travez de éstos años he aprendido que no solo debo orar por las preocupaciones del momento sino por el futuro, y para contrarrestar los efectos de eventos pasados, aún en nuestras vidas,( la de sus progenitores). Ya que no olvides, que todo lo que tú y yo sembremos, eso cosecharemos, y lo que no coseches tú lo harán ellos.
Es tiempo de volvernos a la palabra de Dios, de conocer los principios para la vida que llevamos, busca de El (Dios);  mientras pueda ser hallado, hazlo por tus hijos.
Estas líneas son un grito de esperanza para mchas madres, hermanas, tías, y mujeres que aún no teniendo hijos carnales, poseen hijos espirituales, que levantar.
La batalla por la vida de nuestros hijos se libra sobre nuestras rodillas; cuando oramos, estamos en la batalla junto a ellos apropiandonos del poder de Dios a su favor. Si declaramos los principios de bendición de la palabra de Dios en nuestras oraciones; entonces empuñamos un arma poderosa, que ningún enemigo podrá vencer!

martes, 3 de mayo de 2011

Aún las mujeres de Poder, hablamos amargura...



Job; varón justo en gran manera a los ojos de Dios; en medio de pruebas rezó:
-"Hoy también hablaré con amargura;
Porque es más grave mi llaga que mi gemido.
¡Quién me diera el saber donde hallar a Dios!
Yo hiría hasta su silla
Expondría mi causa delante de él,
Y llenaría mi boca de argumentos
Yo sabría lo que el me respondiese
Y entendería lo que me dijera,
Contendería conmigo con grandeza de fuerza?
No; antes él me atendería
Allí el justo razonaría con él;
Y yo escaparía para siempre de mi juez." (Job 23:-7)

Cuantas veces no experimentamos estás palabras de amargo sabor como las que habló Job? Cuántas veces teniendo comunión con Dios; es como si no lo hallásemos, o mejor aún, no sintiéramos su Presencia en medio del Huracán que vivimos?
Cuántas veces no te gustaría gritar al viento, donde está Dios sobre tu causa, tu necesidad o tu desaliento?
Pero así como Job, si conociste a Dios, si lo sentiste, si te dejaste disciplinar y tratar por El, aún en las situaciones mas duras, de mayor contención y mayor diferencia ante lo que permitió en tu existir....Sabes! que El te escucharía, que aunque no lo veas, ni a veces lo sientas, ni percibas...El está mirándote, observándote, y jamás te dejará, ni desamparará....No caería con furia para deshacerte, sino con sutileza y profundo Amor, lleno de Sabiduría obraría a tu favor...
No utilizaría su fuerza para mostrarte tus errores, te daría puertas de oportunidad, y salidas a laberintos en donde te sientes atrapada.
David; el Adorador por excelencia; el Varón que fue levantado en Alto; el Ungido de Dios; el
Dulce cantor de Israel... profirió:
-Dios es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré?. Dios es la fortaleza de mi vida ¿de quién he de atemorizarme?.... (Salmo 27:1)
El temor querida amiga; te paraliza, te ciega, y no te deja visionar, la perspectiva perfecta y proyectada por Dios para tí y para mí.
Adora en medio de las luchas y las aflicciones, solo adora...dile  a El; cuan Grande y Bello y Poderoso Es sobre toda situación que te aflige...Y PRONTO VERÁS COMO CON DELICADAS MANOS ÉL TE ESCONDERÁ EN EL HUECO DE SU MANO EN EL DIA MALO;
SOBRE UNA ROCA TE PONDRA EN ALTO,
Y LEVANTARA TU CABEZA SOBRE TUS ENEMIGOS...(sean éstos angustia, escases, deseperanza, hambre, destrucción, peligro y hasta sentencias)
Espera, Mujer de Poder, espera en Dios, aún podrás Alabarle!