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martes, 24 de junio de 2014

Vasti o Esther .... quien verdaderamente tu eres?

En el Antiguo Testamento, encontramos el Libro de Esther y en dicho libro aprendemos totalmente como la iglesia, la novia, la esposa del Cordero debe pasar por un tratamiento de belleza espiritual antes de calificar y estar apta para servir.
Una Reina se debe a sus súbitos, a su pueblo, a su reino; pero para ser una Reina debes calificar delante del Rey. Cuan venimos a Cristo traemos tantas heridas, traemos tantas amarguras y rencores que los sinsabores de la vida nos otorgó como aderezo. Venimos con tantas ofensas, abusos de toda índole, que andamos de manos de las hormigas. Pero al llegar al Palacio (Reino de Dios, aqui en la tierra); entramos en una especie de ¨spa¨ espiritual, por así decirlo para poder ser aptas y calificar delante del Rey para poder co-gobernar con El.  Gobernar en el sentido de tener dominio sobre nuestras emociones, sentimientos y voluntad.  No podemos seguir siendo mujeres ¨Almáticas¨, vivendo bajo las circunstancias, hormonas y emociones. No!. Debemos no solo recibir Salvación y ser Perdonadas.... Nos Urge ser Sanadas...


Existen dos íconos de mujeres en el Reino.... la ¨Nena Eterna¨, y la ¨Adolescente Eterna¨.
La Nena eterna es una mujer que fácilmente se deja Dominar. Y la Adolescente Eterna es una mujer que tiene temor a ser Dominada. De este flagelo estan infestadas las iglesias de hoy día, lamentablemente. Pero ambas tienen tanto dolor, la Nena Eterna tiene Violencia y Rencor; cuando le hablan le dicen algo por mas superfluo que sea, tu no sabes como va a reaccionar, estallará por nada, aunque al final se dejará dominar;  mientras la Adolescente Eterna, la rebede  dice; - Yo no necesito un hombre para ser feliz! pero sabe que hay ahí, una mujer asustada, una mujer que no fue valorada ni respetada. Por esto es que Jesús debe sanar nuestro pasado para que seamos mujeres que funcionan perfectamente en ¨este tu presente¨.
Esther estuvo al cuidado de Hagai....Hagai el eunuco, el simboliza el Espíritu Santo de Dios, el que te va a preparar para reconocer los protocolos del Reino al cual fuiste llamada...Esto llevará un tiempo, un proceso, una transcición, no fácil, quizás doloroso. Pero debes dejarte tratar Princesa para ser un día llamada REINA Y SACERDOTISA...(Apocalipsis 1:6) para gobernar y ministrar.
Vasti tambien fue una reina, pero con caracterísiticas indeseables, la definían la desobediencia, el no sometimiento, el no acato, el orgullo y la vanidad descontrolada. Un alma que no se quiere comprometer, que quiere vivir los placeres que el mundo ofrece, un alma que no quiere aceptar a Cristo como Señor.
Venir al Reino de Dios aqui en la Tierra formateará tu mente, la hará trizas y llenaras los archivos de tu corazón de puro principio de benignidad que hermoseará tu vida y sencillamente olerás a Cristo.      

    

jueves, 31 de mayo de 2012

Al Amor no le agrada el rencor...




Estoy  casi segura que en algún momento de tu existencia, alguien, alguna persona te dañó, te agredió, te ofendió y causó heridas en tu interior que si no las procesas como se debe... tarde o temprano, corres el riesgo de generar rencor. Un sentimiento tan negativo y que trae desórdenes en tu comportamiento, contigo misma y con los demás.
Amiga, intenta, trata, lucha por ser una persona benevolente, no te dés por vencida. Las personas benevolentes tienen la capacidad de pensar y encontrar cualidades donde jamás veíamos algo bueno. Esta caracterísitica es un fruto del Espíritu Santo, que se manifiesta en un corazón crecido espiritualmente, que  está entrenado para no poner sus ojos en dificultades, en sospechas por un pasado hostil, sino, siempre restableciendo la confianza y disipando la Amargura y el Rencor.
Guardar Rencor, mantener en mente el recuerdo del daño sufrido, asegurandose del mal que te hicieron, puede generar una herida inmensa. Cundo tu corazón es amargado tus juicios se revelan en pensamientos y palabras insanas y dañinas.
Las palabras de maldición que lanzamos contra los demás, Jesucristo las compara con asesinatos!
Si tu mujer, lanzas una palabra que lastima, dejame decirte, que quedas igualmente lastimada, oh si!!!! y esto sí que nos impide volver a acercarnos a Dios.
Aunque tu corazón este profundamente herido, hacer justicia por tu propia mano, nunca es una buena opción. El verdadero amor debe confiar en que el Señor siempre tendrá un excelente desempeño en la lucha por establecernos paz, y reconciliación con nosotras mismas y con los demás.
Así que, si realmente queremos la paz espiritual, además de manifestar un buen testimonio, la opción es relevar y descansar en Dios.
No guardes rencor ya que El está en control.