Los espejos son aliados de algunas, y el ¨cuco¨ para otras... Las coquetas aman los espejos, ya que ellos le permiten verse siempre impecables; aquellas que por causas variadas no se ven muy agraciadas huyen de los mismos, ya que ver sus imperfecciones aumenta su baja estima y se encierran en su propia limitación.
Pero la Biblia nos habla ... Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la Gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2da. Cor. 3:18).
Rememora por un instante aquel día de tu boda, la celebración de tus 15 años, la graduación de tu hijo ó el evento de inauguración de las nuevas oficinas de tu empresa. Te tomaste todo el tiempo para escoger el tono de la tela, miraste un sin fin de revistas, diseñaste el vestido los zapatos, ideaste como llevarías el pelo, y que maquillaje te sentaría para la ocasión. Ese día sí!!! necesitaste un espejo, no uno; varios, porque con otro a tus espaldas verás como luces por detrás... El punto era como lucir ESPLENDIDA!.
Amada, La Biblia es un espejo para tí, si quieres ver donde nace y se hace perfecta la Gloria de Dios, déjame decirte que está en SU PALABRA, y para mejorar tus imperfecciones, ese labial que se salió de línea y te manchó los dientes, necesitas del espejo, para ver que los rulos de los costados quedaron bien, más hay uno ¨rebelde¨ que está a tus espaldas y no lo ves, necesitas otro espejo. Las mujeres (y los hombres también) necesitamos ir a la fuente, la Palabra de Dios, ella nos refleja la genuína imagen del Dios que nos creó perfectos. y que por el pecado, el error, hemos arruinado nuestra imagen original. Si tu te sumerges en lo profundo de sus mensajes, tu rostro, tu imagen externa e interna resplandecerá. Bien escribió el Rey Salomón ¨El corazón alegre hermosea el rostro¨(Proverbios 15:13). El corazón del hombre es su mente... que encierra tu mente? es el verdadero dilema, que mentalidad y manera de enfocar la vida tienes forma parte de tu verdadera imagen o belleza.
Si para lucir bellas y elegantes, tomamos nuestro tiempo frente a espejos para dejar nuestro rostro impecable, chequeamos si no llevamos las medias corridas, y si la falda nos sienta favorable... Cuánto más necesitamos conocer los principios sanos y necesarios que la Palabra de Dios tiene para Batallar diariamente las tormentas de la vida y en medio de ellas ver la Gloria de Dios sobre nosotras. Mi deseo Princesa es que utilices más este verdadero espejo, en donde podrás mirarte los defectos, pero asi mismo encontrarás toda la artillería necesaria para ser transformada de adentro hacia afuera y así poder verte bella en Su Gloria, la del que te Creó.