¨Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé,y él me escuchará.
Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a El mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.
Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu.
No me dejabas pegar ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.¨ Salmo 77:1-4
El salmista escribe describiendo el carácter de un ser inmerso en la angustia o quizás hasta depresión. Cuantas no podríamos reflejar nuestras vidas en este relato, como en un espejo. La melancolía abruma al escritor. Mas lo maravilloso es que lo que empezó en angustia no desembocó en desesperación.
Cuantas veces por presiones y circunstancias puntuales de la vida colapsamos y tocamos fondo. Cuantas veces creemos más en lo que expresa nuestro cuerpo y pensamiento que en la verdadera y desafiante intervencion de Dios en medio de nuestras pruebas.
Me encanta Preciosa Mujer, que como el salmista escribió el relato en tiempo pretérito, en el pasado. Ya que inmediatamente él recito:
¨Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.
Me accordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.
Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios, es grande como nuestro Dios?
Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder. ¨ Salmo 77:10-14
Que receta impresindible recordar las maravillas que hizo Dios con nosotras, en tiempo pasado, en tiempo de crisis, en tiempo de cambios que golpearon nuestra vida y reputación. Vamos! Recuerda todo aquello que hizo Dios en tu vida en el pasado, las victorias a las cuales te conduzco tomada de Su Mano de Poder. En medio de la noche oscura Princesa, Clama, Buscá, Ora, y recuérdale a Dios las maravillas que hizo en tí. Y verás como de repente, El lo volverá a Hacer. Dios se levantará como Poderoso Gigante, El te traerá Liberación, Sanidad, Paz y Orden en tus emociones. Nada absolutamente será imposible para Dios.
Amada, Llevánte y habla de los hechos de Dios en tu vida, que para esta hora, has vivido tu Getsemaní, la noche de tu quebranto... para que Resplandezcas y Brilles con Luz propia y aunque peleen conta tí, recuerda su promesa... jamás te vencerán, porque Yo estoy contigo te dice el Santo, el Redentor de tu Alma.
Amada, Llevánte y habla de los hechos de Dios en tu vida, que para esta hora, has vivido tu Getsemaní, la noche de tu quebranto... para que Resplandezcas y Brilles con Luz propia y aunque peleen conta tí, recuerda su promesa... jamás te vencerán, porque Yo estoy contigo te dice el Santo, el Redentor de tu Alma.
