El Profeta Isaías escribe en su libro:
"Tú serás una hermosa corona real en la mano del Señor tu Dios.
No volverán a llamarte “Abandonada”
ni a tu tierra la llamarán “Destruida”,
sino que tu nombre será “Mi predilecta”
y el de tu tierra “Esposa mía”.
Porque tú eres la predilecta del Señor,
y él será como un esposo para tu tierra."
No volverán a llamarte “Abandonada”
ni a tu tierra la llamarán “Destruida”,
sino que tu nombre será “Mi predilecta”
y el de tu tierra “Esposa mía”.
Porque tú eres la predilecta del Señor,
y él será como un esposo para tu tierra."
Muy difícil de creer cada una de estas palabras cuando la adversidad toca nuestra puerta. Mas el justo; dice la escritura, por su Fé Vivirá. Asimismo el libro de Juan 16:33 Jesús mismo dijo; "En el mundo tendréis aflicción pero debéis confiar, porque yo he vencido al mundo" El confiar en El, es el principio de toda bendición y halo de paz para el alma y el espíritu.
Cuando nos toca vivir una situación tan dura como alguna enfermedad, alguna situación la cual no podemos cambiar con nuestras fuerzas; sólo nos queda una salida, tirarnos a sus pies al igual que nuestras coronas y declararle a EL (Jesús) Soberano sobre toda situación adversa para nosotras. Confiar que El está Sentado en el Trono a la diestra de Su Padre, gobernando, Reinando sobre toda situación. El mismo nos dijo; que nos daría SU PAZ, y no como el mundo la da....sino la suya; la que pasa todo entendimiento humano.
Cuando no puedas sostenerte; no encuentres la salida; no encuentres un hombro en el cual tirarte a llorar y refugiarte como un niño; entra a tu cuarto y cierra la puerta; ahí está él... y ríndele adoración, ríndele tu situación, confiesa tu dependencia de El, y con sus brazos de poder te dará la fuerza, el ánimo, el aliento y la salida para seguir muchas millas más...
Para muchas muchas princesas de Dios; que hoy sienten que sus coronas le pesan y que su silla real (espiritual) quizas, no cambia su situación terrenal, es mi deseo que sepas; No te rindas, No desistas, ORA a Dios y Confía en El, una vez más....Y haz que tu oración sea de olor fragante delante de El, transforma con tu clamor...tu vida en un jardín de rosas...