Quien no ha vivido el dolor de la pérdida de un ser querido? Quién no ha perdido a una madre, un padre, quizás un hijo, hermanos.... Saber que no verás más a la persona amada en esta tierra crea un efecto consternador en nuestra psiquis y espíritu... pero La Biblia nos enseña a que no vivamos como sin esperanza....Las palabras de Jesús son como un cóctel de ánimos, esperanza y fortaleza; cuando El mismo dijo a las hermanas de Lázaro...¨-Yo soy la Resurrección y la Vida...el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. (Juan 11:25). No solo estaba puntualizando aquí, que tras su segunda venida, aquellos que durmieron en El, resucitarían primero.... sino, que implícitamente nos está inquiriendo a Resucitar de todo dolor, pena y angustia.
La Pérdida más debilitante para una Mujer de Dios, no es la pérdida de un Ser querido; es la pérdida de su Fé. Es necesario, llorar, es necesario procesar tu duelo, es necesario alimentar tu fé en medio de estas hostiles circunstancias, es necesario....pero no creamos un nido de soledad, autoconmiseración y rendición, ingredientes que apuntan a una ¨cárcel¨... de la cual no podamos salir.
Jesús gritó: - Lázaro...Sal fuera!!!! (Juan 11:43) y la piedra rodó.... Estás tú hoy entre los muertos ¨vivos¨???. Jesús, el autor de la Vida misma te llama por tu nombre y te dice Sal fuera! Sal de todo hueco de falta de fé, esperanza e iniciativa de seguir abrazando la Vida de Compromiso y Propósito que Dios te dió...
Los que te precedieron a la Casa del Padre, cumplieron y llegaron....entonces, llora, sécate las lágrimas, ponte las vestiduras reales y prosigue a la Meta; hay tanto por hacer, tanto por hablar, tanto por seguir compartiendo de Aquel que es Dios de toda Consolación, (2da. Cor. 1:4) para que después de nosotras ser procesadas, poder consolar a otras en sus aflicciones; corre, no te quedes...hay una Galardón que te espera!