Muchas veces estamos rodeadas de personas, pero, nuestro corazón no está ahí con ellas, nuestro corazón es en realidad nuestra mente, el sitio donde se hacen concientes las situaciones o hechos que priorizan nuestras vidas. Esto es una emergente señal de alarma, que nos indica que estamos fragmentamos, divididos. De esta forma el camino que tomamos sin darnos cuenta es el de la preocupación, ansiedad, falta de paz y depresión. Las Escrituras dicen ¨ Vengan a mi, todos los cansados que llevan cargas pesadas y yo les daré descanso¨. (Mateo 11:28) Jesús mismo nos dá este llamado.
El Rey David en algún momento de su existencia se vió aturdido por innumerables situaciones en su vida que sobrellenaron la copa de su estabilidad mental, emocional y aún espiritual; más él entendió de donde vendría la paz, la salida, la esperanza, el balance y equilibrio.
El Salmo 46:10 reza: ¨Estad Quietos, Y Conozcan que Soy Dios¨ Aquietarnos en medio de situaciones hostiles, angustiantes de desesperación, dónde ansiamos una salida rápida, una respuesta certera en un mundo que avanza vertiginosamente sin parar.. es una tarea casi utópica.
Nota que es una Orden Estad Quietos... Para! Déjaselo a El Al que aquietó los mares, sanó a los enfermos, maldijo a una higuera, a Aquel cuya Autoridad es Inminentemente Poderosa.
Ríndete... sin más... Entrega, Déja ir, Suelta.... Aquello que que Dios Estableció para ti desde antes de la Fundación vendrá a ti en Su Tiempo y se Quedará para darte Paz y Alegría Infinita. Cree conmigo y Espera con Paciencia.
La Paciencia nos Coronará de Seguro!
Ríndete... sin más... Entrega, Déja ir, Suelta.... Aquello que que Dios Estableció para ti desde antes de la Fundación vendrá a ti en Su Tiempo y se Quedará para darte Paz y Alegría Infinita. Cree conmigo y Espera con Paciencia.
La Paciencia nos Coronará de Seguro!