Hoy me gustaría escribir para las adolescentes, jóvenes princesas solteras, que son la "niña de los ojos" de Dios; acerca de sus descisiones, porque en esta etapa de sus vidas las desciciones son momentos trascendentales para que su mañana esté lleno de felicidad; ya que todas quieren ser felices verdad?
La bellísima palabra de Dios nos habla en Hebreos 11:23-29 sobre un líder como fue Moisés y se ven claramente 3 eventos:
- La decisión que los padres tomaron de guardarlo cuando era pequeño, porque lo vieron “hermoso”. Esto sencillamente es que lo vieron con un propósito, lo miraron y; “vieron el propósito” y decidieron protegerlo de la matanza de niños. (si recordamos la historia).
- El segundo evento es la decisión que él tomó cuando ya era grande y el tercero es lo que el pueblo que él condujo logró por fe.
Moisés quizá es recordado por el mundo por los milagros y maravillas que hizo pero lo que Dios recuerda de él es la decisión que tomó cuando fue grande. En ese momento desechó la vida cómoda que tenía en el palacio del faraón. Moisés tenía todo el potencial del mundo, pero de nada hubiera servido si se deja influenciar por el ambiente y no toma la decisión correcta de entregar su vida al propósito del Señor. Tú eres grande y tienes potencial, así que debes tomar la decisión correcta en estos tiempos difíciles, la que marcará tu vida para bien. Dios recordará las decisiones que tomes de no corromperte con lo que el mundo te ofrece.
Moisés tenía los ojos puestos en el galardón y decidió no ser llamado “hijo de Egipto”. Lo mismo debes hacer tú que naciste quizás en ese barrio pobre pero no eres pobre, estás en un ambiente contaminado por drogas y fornicación, pero tu mentalidad no es de adicta a drogas o personas sumidas en el error. No eres de esa clase, Dios ha cuidado de tu vida en medio del caos y la perdición porque hay un propósito grande para ti.
La segunda buena decisión que Moisés tomó fue sostenerse como viendo al invisible. Cree en lo invisible. La Biblia dice que eso es más verdadero que lo que se ve. Tus ojos deben ver a tu familia, tu país y tu vida restaurados aunque el mundo te haga ver problemas. Mira tu grandeza y potencial, demuestra que puedes ver lo que otros no ven en tí y en los que amas. Incluso tu enemigo tienen fe en ti, por eso te ataca, porque ven tu futuro más allá de lo que eres ahora y sabe que tienes un gran potencial.
Dios no recuerda; lo que el mundo recuerda!
Debes ser como Moisés que veía un camino donde otros veían el mar y cruzarlo con fé.
Recuerda amada amiga y princesa:
1. - Que pudiste ser como los demás, pero no lo hiciste, fuiste tú misma y venciste la presión que los demás ejercen o ejercían sobre ti.
2.- Que viste lo que no veían los demás; las salidas y el camino que Dios te mostraba en medio de tus desiertos.
3.- Que reconoces lo que Dios hizo por ti.
La Palabra dice que luego, Moisés y el pueblo lograron cruzar el Mar Rojo. Dios te usará para sacar a tu familia y tu nación de la esclavitud de toda situación hostil y llevar a tu generación a otro nivel. Todo está en el poder de una decisión.
Eso; querida mujercita, fue lo que Dios recordó de Moisés, su decisión.
Tú tienes la capacidad y voluntad de decir; “hoy he decido hacer lo que Dios recordará”. Los problemas familiares y económicos, las críticas y burlas, son terribles pero debes pararte firme y decir: “No seré lo que otros, seré lo que Dios quiere”.
Recuerda que Él te ha cuidado, te ha visto hermosa y ha guardado tu vida porque tienes destino para tí. Cumple tu destino, fija los ojos en el galardón que tiene para ti. No cedas a la tentación de vivir en ese Egipto que el mundo te ofrece. Comienza a ver lo que no se ve y acepta el reto de vivir para Cristo que te dará fortaleza y te guiará por el camino correcto. Y las pautas para caminar en sus caminos están en Su Preciosa Palabra.
La bellísima palabra de Dios nos habla en Hebreos 11:23-29 sobre un líder como fue Moisés y se ven claramente 3 eventos:
- La decisión que los padres tomaron de guardarlo cuando era pequeño, porque lo vieron “hermoso”. Esto sencillamente es que lo vieron con un propósito, lo miraron y; “vieron el propósito” y decidieron protegerlo de la matanza de niños. (si recordamos la historia).
- El segundo evento es la decisión que él tomó cuando ya era grande y el tercero es lo que el pueblo que él condujo logró por fe.
Moisés quizá es recordado por el mundo por los milagros y maravillas que hizo pero lo que Dios recuerda de él es la decisión que tomó cuando fue grande. En ese momento desechó la vida cómoda que tenía en el palacio del faraón. Moisés tenía todo el potencial del mundo, pero de nada hubiera servido si se deja influenciar por el ambiente y no toma la decisión correcta de entregar su vida al propósito del Señor. Tú eres grande y tienes potencial, así que debes tomar la decisión correcta en estos tiempos difíciles, la que marcará tu vida para bien. Dios recordará las decisiones que tomes de no corromperte con lo que el mundo te ofrece.
Moisés tenía los ojos puestos en el galardón y decidió no ser llamado “hijo de Egipto”. Lo mismo debes hacer tú que naciste quizás en ese barrio pobre pero no eres pobre, estás en un ambiente contaminado por drogas y fornicación, pero tu mentalidad no es de adicta a drogas o personas sumidas en el error. No eres de esa clase, Dios ha cuidado de tu vida en medio del caos y la perdición porque hay un propósito grande para ti.
La segunda buena decisión que Moisés tomó fue sostenerse como viendo al invisible. Cree en lo invisible. La Biblia dice que eso es más verdadero que lo que se ve. Tus ojos deben ver a tu familia, tu país y tu vida restaurados aunque el mundo te haga ver problemas. Mira tu grandeza y potencial, demuestra que puedes ver lo que otros no ven en tí y en los que amas. Incluso tu enemigo tienen fe en ti, por eso te ataca, porque ven tu futuro más allá de lo que eres ahora y sabe que tienes un gran potencial.
Dios no recuerda; lo que el mundo recuerda!
Debes ser como Moisés que veía un camino donde otros veían el mar y cruzarlo con fé.
Recuerda amada amiga y princesa:
1. - Que pudiste ser como los demás, pero no lo hiciste, fuiste tú misma y venciste la presión que los demás ejercen o ejercían sobre ti.
2.- Que viste lo que no veían los demás; las salidas y el camino que Dios te mostraba en medio de tus desiertos.
3.- Que reconoces lo que Dios hizo por ti.
La Palabra dice que luego, Moisés y el pueblo lograron cruzar el Mar Rojo. Dios te usará para sacar a tu familia y tu nación de la esclavitud de toda situación hostil y llevar a tu generación a otro nivel. Todo está en el poder de una decisión.
Eso; querida mujercita, fue lo que Dios recordó de Moisés, su decisión.
Tú tienes la capacidad y voluntad de decir; “hoy he decido hacer lo que Dios recordará”. Los problemas familiares y económicos, las críticas y burlas, son terribles pero debes pararte firme y decir: “No seré lo que otros, seré lo que Dios quiere”.