No te ha ocurrido, que cuando apenas estás saboreando de la victoria alcanzada después de tanto batallar, te encuentras otra vez, en el campo de batalla, ante nuevos retos y desafíos de la vida diaria; y es como si tu enemigo, tu ¨Goliat¨, no haya muerto, sino que de pronto se aparecen otros tantos, como si aquel hubiera dejado descendientes...? El Libro de 1ra. de Crónicas revela que nuevamente hubo guerra contra los filisteos, despues del incidente entre David y Goliat; y que Elhanán, mató al hermano del filisteo incircunciso, quien provocó a los escuadrones del Dios vivo.
O sea, en otros términos, el gigante tenía hermanos....que quiere decir, que en algunas circunstancias de tu vida, tu dirás, tengo que pelear contra el mismo gigante, yo creí que junto con Dios lo vencimos....más tu piensas y recuerdas tu hecho anterior, y te deslizas por el sótano de la angustia, la desesperación, de la mano de recuerdos de momentos que creíste haber pasado.
Déjame decirte, Mujer: tu Goliat murió, tu Dios en tí, unido a tu fé lo vencieron; y ahora vengan cuantos hermanos y descendientes de él, los vencerás nuevamente en el Poderoso Nombre, que es sobre Todo...Jesús!
Si tu hogar costó recomponerse, si te costó lágrimas, fé y paciencia, recobrar a tu esposo, si años clamaste por tus hijos...por tus sueños, por tus difíciles situaciones...debes estar preparada, es más Lista!!! para cualquier Gigante...por ejemplo LA PREOCUPACION.
La Biblia nos enseña; ¨No se angustien por nada: más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. (Filip. 4:6) La preocupación asfixia a la Palabra de Dios, e impide que vivamos por encima de las circusntancias y del promedio.
Dios no nos pide mucho, solo nos dice...No se angustien por nada, no se inquieten por nada, por nada estén afanosos o angustiados. No quiero de ninguna manera disminuir el valor de nuestras preocupaciones, porque son reales y nos quitan la paz muchas veces; pero dejemos todo, absolutamente todo en las manos de Dios, porque El cuida de nosotros. (1ra. Pedro 5:7).
Así que respiremos, chicas ante situaciones que no podemos cambiar, que ocurren por un por qué, y tarde o temprano al andar descubriremos su respuesta...llevemos nuestras cargas al Señor que de seguro; El nos sostendrá!