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martes, 14 de octubre de 2014

Dichosas aquellas quienes no hallan tropienzo en El.


Observando las situaciones difíciles que le toca vivir a una Mujer Preciosa de Dios; Magnolia, porque tiene nombre de flor; me puse a reflexionar sobre este punto que muchos cristianos en  algún momento han tenido que sortear. ¨¿Eres tú Dios o no?¨ Si lo eres, ¨¿Por qué no actúas como tal?¨
Juan el Bautista; primo de Jesús; vivió, un estado de confusión, decepción y hasta devastación, en una fría y mugrosa celda tras haber vivido una vida dedicada absolutamente a Dios y a su Llamamiento. Cumplió el voto de consagración al Nazareato, no solo vivió sin una infinidad de pequeños placeres, sino que también se privó de comodidades que muchos considerarían como sus derechos ganados. Juan ofrendó su vida con un solo propósito: Preparar el Camino al Señor. 
Pero el Juan ese que experimentó la voz de Dios en su interior, el que desarrolló discernimiento, el que vió caminar a un Hombre a las aguas y en ese mismo instante le fue revelado que era el Cristo; Ese mismo, ahora ve; que Aquel por el cual vivió y levantó la bandera de su Fé y Convicciones, literalmente no obró en función a su Liberación de la Desesperación y de la Muerte.
En aquella celda sin ventanas, la situación difícil de Juan no apremiaba, verdaderamente encontró al Mesías? O es que sí era el Mesías y tenía el Poder, pero no lo usaba? Amada: Alguna vez te sucedió que ninguna respuesta de Dios es para tí una buena opción?......  En mi caso.... cientas de veces!
Mi Querida; Jesús conoce nuestra confusión, nuestra decepción, y devastación. Si hubo un hombre que se merecía una explicación, ese sin lugar a dudas era su primo, de su propia sangre y carne.
Imagino a JESUS diciéndole:  Juan, no eres el primero que siente esta necesidad, sé lo que sientes, veo tu dolor, Sé que estás quebrándote por dentro, Hay una interminable lista de hombres y mujeres que no han recibido una respuesta favorable a su clamor, más es ahí! DONDE DESCUBREN LA GRANDEZA DE MI SOBERANIA!... ¨Dichoso eres si no hallas tropiezo en mi¨ (Mateo 11:6), más antes recita como los ciegos logran ver, los sordos escuchar, los cojos andan y los leprosos quedan limpios.... todo esto en el versículo anterior .... Quizás tú hoy te identifiques con esta amiga mía hermosa quien no halla en Jesús un tropiezo, sino una Verdadera Respuesta a los ¨no¨ o ¨todavía no¨  de Dios! .... Y ella hace lo que aprendió hacer a travez de los años....a ADORARLO!


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